En este mundo tan injusto y cruel, ya no queda sitio para la esperanza. Cualquier batalla está perdida de antemano. Sólo podemos resignarnos y esperar que nuestro agónico sufrimiento termine pronto.
Pero al menos, quisiera que quedara constancia de nuestra lucha, y que estas imágenes atormenten a Luis para los restos.
La cabecera de la mani, a su paso por la Gran Vía.
La mani, llegando a la Glorieta.
Se vivieron escenas dramáticas.
Recibimos apoyo de todas partes del mundo.
Pero a pesar de todo, no fue suficiente.
En 5 minutos tengo hora en la peluquería.
ResponderEliminarLa victoria es de la sociedad. Enhorabuena pequeña aldea irreductible, sentido como un triunfo la demora de lo inevitable.
Vuestro siempre "El Pelazo"
Mi primo ha hecho un post que a lo mejor te interesa.
ResponderEliminarhttp://eldepol.blogspot.com/2009/11/el-pelo.html